El algodón tiene infinitas posibilidades: es natural, seguro, ecológico y sostenible.
Durante 7.000 años, sin importar cuánto cambió el mundo, cuántas especies se extinguieron, el algodón siempre ha mantenido la exuberante vitalidad.
El cultivo de algodón utiliza menos agua para la producción agrícola y menos tierra para cultivo, pero proporciona fibras textiles que se utilizan ampliamente en todo el mundo.
El algodón es naturalmente resistente a plagas y enfermedades, menor uso de pesticidas, alto margen de seguridad.
En terrenos extremadamente salinos-alcalinos, donde casi ningún cultivo puede crecer, el algodón da buenos rendimientos.
El algodón no necesita procesamiento, crece naturalmente y puede usarse como fibra textil.
El algodón ama el temperamento y la luz, y tiene una alta eficiencia en la utilización de los recursos de luz y calor. La semilla de algodón y la paja de algodón se pueden transformar en energía limpia y respetuosa con el medio ambiente.
Nacer en la naturaleza, volver a la naturaleza. Si los productos no tejidos de algodón hilado se desechan y se entierran en el suelo, pueden degradarse naturalmente y convertirse en fertilizante orgánico.
El algodón absorbe mucho dióxido de carbono en el proceso de crecimiento y libera mucho oxígeno a través de la fotosíntesis para purificar el aire.
La fibra de algodón es una estructura porosa y hueca, cálida, transpirable, con un contenido de humedad moderado, puede ajustar automáticamente la humedad seca de la piel y mejorar la comodidad.
El cultivo, el procesamiento y la producción de algodón crean muchas oportunidades de empleo y valor social para la agricultura, la industria textil y la industria minorista.